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Estancias en la Patagonia Patagonia hoy

La Patagonia Trágica

En 1928 aparecía en Buenos Aires un libro de José María Borrero titulado La Patagonia Trágica. Era una denuncia contra los estancieros del sur argentino por el humillante trato a las comunidades originarias, por las indignantes condiciones de trabajo que imponían y, principalmente, por las masacres de peones rurales perpetradas en 1922.

Estancia La Anita

La estructura del texto se compone de crónicas periodísticas de la época e interpretaciones que el autor aventura no apoyadas en evidencia documental, de suerte que el libro carece de rigurosidad histórica.

Por lo demás, el argumento de Borrero, en relación a los fusilamientos de peones y anarquistas en las estancias de Santa Cruz, desliga toda responsabilidad del teniente coronel Varela y el presidente Hipólito Yrigoyen, y arremete solamente contra Edelmiro Correa Falcón, el gobernador interino del Territorio Nacional de Santa Cruz y secretario gerente de la Sociedad Rural. Borrero era radical y amigo personal de Yrigoyen, por eso Orgía de Sangre, la secuela del libro que deslindaba las responsabilidades morales y materiales de los Edelmiro Correa Falcónfusilamientos, no fue publicada. Jamás lo sería, ya que los originales fueron robados del baúl del auto del escritor luego de su muerte en 1931.

Con todo lo que pueda objetársele, La Patagonia Trágica fue de vital importancia para provocar el interés de algunos intelectuales por develar los misterios de lo que él denominó “La Patagonia Trágica”. El propio Osvaldo Bayer confiesa en Los Vengadores de la Patagonia Trágica (1968)*, que su acercamiento al tema y las investigaciones que dieron forma a la obra, fueron incitados por la lectura del libro de Borrero.

Esto no significa que las posiciones de ambos autores coincidan ni mucho menos. Bayer utiliza la hipótesis de Borrero para refutarla y dar cuenta del entramado político (en el que se encontraba implicado Yrigoyen y el gobierno radical) que dio origen a la masacre.

*Obra clásica de la escritura testimonial, en la que se basaría la famosa película La Patagonia Rebelde (1974)

A continuación transcribimos del libro de Borrero fragmentos del Manifiesto de la Sociedad Obrera de Río Gallegos (al decretarse el paro general, antes de los fusilamientos):

Al mundo civilizado

Edición del 2007 de La Patagonia Trágica“El paro general del campo ha sido decretado; éste será total, absoluto; desde la fecha no se realizará ninguna de las faenas, incluyendo las de acarreo y transporte relacionada con los trabajos de explotación de ganadería, única fuente de recursos en el territorio.

Ignorasen todavía cuales pueden ser las consecuencias de este paro y las proporciones que pueda alcanzar, más aún, si se tiene en cuenta que los trabajadores del pueblo están firmemente dispuestos a secundar con todas sus energías la actitud de sus compañeros del campo, solidarizándose con ellos en justa reciprocidad y apoyándolos en sus más que justas y legítimas aspiraciones.

Por ello, y en previsión de ulteriores acontecimientos así como de futuras eventualidades, La Sociedad Obrera de Río Gallegos quiere descargar a sus componentes de toda responsabilidad, haciendo recaer esta sobre los estancieros de la zona sur del Río Santa Cruz, quienes, con la excepción honrosa de los señores Clark Hnos., y Benjamín Gómez, están demostrando, o la más supina ignorancia o la Foto de época que ilustra el trabajo de esquila en las estancias de Santa Cruzmaldad más refinada, junto con la absoluta carencia de sentimientos de humanidad y altruismo, y de ideas de justicia y equidad al pretender seguir tratando a sus obreros asalariados en la forma brutal en que hasta hoy lo hicieran, confundiéndose con los obreros de la gleba y la esclavitud, y convirtiéndolos en nuevo producto de mercados repugnantes, en los que la cotización del hombre no alcanza para sus explotadores a la cotización del mulo, el carnero y del caballo, ya que hoy por hoy los estancieros consideran que un hombre se sustituye por otro sin costo alguno y en cambio cualquiera de los irracionales mencionados se sustituye por otro que cuesta una determinada suma a pagar, lo cual es para ellos mas doloroso que sentir la perdida de un semejante o acompañar a una familia en su desgracia; es vergonzoso tener que hacer tales Entierros masivos fueron el saldo fatal que dejó la brutal represiónmanifestaciones en pleno siglo XX, pero como ellas son verdades al alcance de cualquiera que visite las estancias del Territorio, aún las mas próximas al pueblo de Río Gallegos, es de todo punto necesario hacerlas como las hacemos a todo el que se considere como hombre civilizado, dejando que el oprobio y la vergüenza de ellas caigan sobre sus causantes”.