Los barrios suelen surgir a partir de la expansión gradual del centro de la ciudad hacia afuera, a modo de red, dando origen a nuevas zonas urbanas periféricas.
En el caso de Buenos Aires, su crecimiento se dio a partir del casco histórico concentrado en el perĆmetro de la PlazaĀ de Mayo y sus primeros edificios. Desde entonces la ciudad se fue extendiendo no por ninguna legislación catastral, sino mĆ”s bien producto de la propia explosión poblacional.
Los factores de crecimiento económico y social y sus sĆmbolos como los caminos, las vĆas, el ferrocarril, los templos y las pulperĆas (primitivas tiendas de āramos generalesā), han actuado como polo de atracción para desarrollar un barrio en su entorno.
En los lugares mĆ”s alejados del centro de Buenos Aires, lindando con lo marginal y lo orillero, algunos barrios tomaron las caracterĆsticas de āsuburbioā o āarrabalā, como lo definió el lunfardo. Esos lugares conllevan todo un contenido que los diferencia de los demĆ”s. Es allĆ donde el tango eligió desarrollarse, por eso encontramos frecuentemente la utilización de estas palabras dentro de las canciones, ya que con sólo nombrarlas uno se puede situar en un universo de malevos, mujeres de mal vivir, códigos de honor y traiciones, bailes y desbordes. AsĆ se fue expresando parte de esa identidad a travĆ©s de la mĆŗsica y el baile, que era una expresión catĆ”rtica de la problemĆ”tica social de inmigrantes obreros que trabajaban con esfuerzo en su lucha por la supervivencia.
Contradictoriamente, cuando el tango comenzó a expandirse y los salones de baile podĆan encontrarse en todos los puntos de la ciudad, el centro ejercĆa con sus ālucesā una atracción tan especial, que se transformó enĀ la āmecaā a alcanzar.
Es a partir del famoso tango que popularizó el cantor Alberto Castillo sobre la cantidad de barrios que conforman la ciudad que se generó toda una certeza difĆcil de contradecir. ĀæSon cien los barrios porteƱos? Se dice que no llegan a 50, pero ĀæquiĆ©n se atreve a romper con la mitologĆa popular?
Los porteƱos hacen gala de que la calle Rivadavia es la mĆ”s larga del mundo con una numeración que llega al 14.000 y que se extiende mĆ”s allĆ” de los lĆmites de la ciudad. De la Avenida 9 de Julio, dicen que es āla mĆ”s ancha del mundoā y tiene en su centro un obelisco que divide en dos a la ciudad y marca los lĆmites norte y sur.
Cada barrio tiene su propia historia y se distingue por determinadas caracterĆsticas poblacionales que le imprimen color, estilo y costumbres Ćŗnicas y absolutamente personales.
Sociológicamente, la ciudad se organiza alrededor del eje norte-sur. Un norte rico donde se afincaron las grandes familias de la burguesĆa terrateniente y ganadera (hoy empresarial y de gran poderĆo polĆtico, económico y social) y el sur, donde se instalaron las grandes masas de trabajadores que buscaron su lugar cerca de las fĆ”bricas, en los barrios de Barracas, Constitución y Pompeya. Hacia el sur-oeste se fueron desarrollando barrios ligados a la clase media y a la pequeƱa burguesĆa dedicada al comercio y a la actividad profesional.
El barrio de Once, como se lo conoce popularmente (su nombre real es Balvanera), se desarrolla alrededor de la Estación de Ferrocarril que lleva su nombre en la Plaza Miserere. AllĆ fue donde se instaló primeramente la comunidad judĆa, con sus negocios mayoristas. Distintas actividades económicas se reparten las calles: telas, juguetes, bijouterie, alfombras, mercerĆas, etc. En los Ćŗltimos aƱos, la zona tambiĆ©n fue adoptada por la comunidad coreana que arribó a Buenos Aires en la dĆ©cada del Ā“90.
El barrio del Abasto debe su nombre al antiguo mercado que marcó la vida de los aƱos Ā“20. Con toda su mĆstica de pulperĆas y hombres a caballo, es para muchos el barrio tanguero por excelencia. AllĆ vivió y pasó gran parte de su vida nada menos que Carlos Gardel. Hoy cobró nueva vida con el reciclaje de este histórico edificio, transformado en una enorme galerĆa comercial: el Shopping del Abasto. En una de sus calles aledaƱas se creó el pasaje Carlos Gardel, con un monumento que lo recuerda.
La comunidad china tiene su propio barrio en la zona baja del distinguido Belgrano, por la calle MontaƱeses y aledaƱas,Ā lindando con las vĆas del ferrocarril. AllĆ se encuentran supermercados de productos tĆpicos, locales dedicados al Feng Shui, templos budistas, clases de disciplinas orientales y masajes de Shiatsu. Anualmente se celebra la Fiesta del AƱo Nuevo Chino, que da la bienvenida al nuevo āanimalā que regirĆ” el aƱo siguiente.
La población Ć”rabe y armenia reina en la zona de la Avenida Scalabrini Ortiz, en el barrio de Villa Crespo. Es allĆ donde se encuentra la mayor oferta de restaurantes de comida tĆpica, de almacenes con especias exóticas, y con shows nocturnos de odaliscas y cena tĆpica Ć”rabe, muy concurridos en ocasión de despedidas, cumpleaƱos y eventos especiales.
AdemĆ”s de la primacĆa de ciertos grupos Ć©tnicos en cada uno de los barrios, tambiĆ©n algunos se caracterizan por la concentración de productos especĆficos: cueros en la zona de Villa Crespo, en las calles Murillo y Scalabrini Ortiz, mueblerĆas en la Avenida Belgrano entre Pueyrredón y Callao y en la Avenida Cabildo, en el Barrio de Núñez.
AdemĆ”s de estas singularidades, la fisonomĆa de la ciudad ha cambiado mucho en las Ćŗltimas dĆ©cadas. Reorientó su mirada y pasó a ser una ciudad de cara al rĆo. Un ejemplo de esto es Puerto Madero, uno de los barrios mĆ”s nuevos. AllĆ el viejo puerto comercial, sus galpones y locales fueron refaccionados dando forma a un exclusivo paseo con restaurantes, discotecas y complejos de cines con caracterĆsticas similares a la zona portuaria de Londres.
Esta zona se fue extendiendo hacia la Reserva Ecológica, modificando también el perfil de la antigua Costanera Sur.
El bohemio barrio de Palermo ha sufrido cambios radicales. Fue invadido por la modernidad y el diseƱo. AdemĆ”s, se formó una distinguida en la zona lindante al barrio de Belgrano llamada āLas CaƱitasā, con muchos pubs, restaurantes y discotecas.
Recorrer Buenos Aires es encontrarse con historias en cada esquina y dejarse llevar por las atracciones que imperan en cada barrio.
Una ciudad con todo y para todos. Con misterio propio pronto a ser develado el visitante que se deje llevar.