Un viaje por las playas secretas de la Patagonia, la «otra costa»
Cuando se habla de la «costa atlántica» en Argentina, la mente suele viajar a las playas populares al norte de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, no muy lejos de allí, en el norte de la Patagonia, se encuentra un tesoro natural con una extraordinaria variedad de playas, pueblos costeros y paisajes intactos por descubrir.
El recorrido comienza en el sur de la provincia de Buenos Aires, en el Partido de Patagones. La primera parada es Bahía San Blas, un verdadero paraíso para los amantes de la pesca. Luego llega el turno del histórico Carmen de Patagones.

Cruzando el pintoresco río Negro, la ruta ingresa a Viedma, capital de la provincia de Río Negro, con su distintiva costanera. Desde aquí, el Tren Patagónico inicia su largo recorrido a través de la provincia hasta su extremo occidental, San Carlos de Bariloche.
A solo 30 km (18,6 millas) de Viedma, el río Negro se encuentra con el océano Atlántico en el Balneario El Cóndor. Este pequeño poblado costero ofrece la infraestructura necesaria para una escapada tranquila.
Otros 20 km (12,4 millas) por camino asfaltado llevan al Área Natural Protegida Punta Bermeja, donde se encuentra el Balneario La Lobería. Apenas 3 km (1,9 millas) más adelante, los acantilados ofrecen un mirador imponente sobre una gran colonia de lobos marinos.
El «Camino de la Costa»: aventura y naturaleza virgen
Aquí comienza la aventura en serio. El camino de ripio se interna en el desierto patagónico, donde las dunas y un mar de azules y verdes cambiantes abren el paso. Esta «Ruta de la Costa» permanece en gran medida intacta, con innumerables puntos de pesca y paisajes difíciles de imaginar.
Uno de los grandes atractivos es Bahía Rosas, una vasta extensión de aguas azules, ideal para la pesca de tiburón. Más adelante, la Bajada Echandi asombra con sus altos acantilados y playas casi desiertas. El sueño de tener una playa privada aquí se siente posible, aunque sea por unas horas.
En el camino es común avistar fauna patagónica como choiques, guanacos, martinetas (tinamúes) y maras (liebres patagónicas).
Tesoros escondidos y leyendas costeras

Continuando hacia el este, la ruta llega a un pequeño oasis: Bahía Creek. Con apenas un puñado de casas y amplias playas, es un lugar para buscar grabados indígenas en piedra, pescar o simplemente detenerse. En los últimos años, se ha convertido en un punto de interés para viajeros.

Más adelante se encuentra la segunda Área Natural Protegida de Río Negro, Caleta de los Loros, también conocida como Punta Mejillón. Su playa de suave pendiente revela una belleza notable en bajamar. Cerca, también pueden verse lobos marinos descansando en la costa.
Otro sitio curioso es Pozo Salado, donde la leyenda local habla de un submarino nazi enterrado bajo la arena, aunque nunca se ha comprobado.
De los bancos de almejas al Caribe patagónico

La ruta continúa hacia Winter y Saco Viejo, puerta de ingreso a Puerto de San Antonio Este. Aquí abundan los bancos de almejas y la costa ofrece playas de ensueño como Las Conchillas.
Al final del camino aparece lo que muchos llaman el «Caribe patagónico»: Punta Perdices. Sus aguas transparentes y playas tapizadas de caracoles y fragmentos de coral le dan un carácter singular.

En el propio puerto, la tradición invita a entrar en alguna de sus pequeñas cantinas para probar pescados y mariscos recién capturados.

Desde aquí, la Ruta Nacional 25 y luego la 3 conducen a San Antonio Oeste y, 17 km (10,5 millas) más adelante, al reconocido Balneario Las Grutas. Su ubicación sobre el golfo San Matías y sus aguas relativamente templadas lo convierten en el principal polo turístico de la zona, con amplia oferta hotelera y gastronómica.
Más al sur: atardeceres dorados y vida marina
Unos 120 km (74,5 millas) al sur por la Ruta 3 se encuentra Sierra Grande y, a pocos kilómetros, Playas Doradas. Aquí los atardeceres se tiñen de dorado y las aguas claras son ideales para el buceo. Frente a la costa se ubica el Parque Nacional Islote Lobos, hogar de una destacada vida marina.

La ruta concluye en Puerto Lobos, al que se llega por la Ruta Nacional 3 y un desvío hacia la provincia de Chubut.
Por Sergio Pappatico