Hace mas de 100 años, el 29 de junio de 1900 nacĂa en Lyon, Francia, Antoine de Saint ExupĂ©ry. El cĂ©lebre autor de El Principito, estaba destinado a crear lazos de afecto, inspiraciĂłn y amor con la Argentina, y en particular con nuestra Patagonia.
Saint Exupéry es uno de los escritores y viajeros famosos que han recorrido y reflejado en su obra esta porción del continente americano. Queremos recordar una pequeña porción de su vida, la que lo liga a esta región, tan lejana de su Francia natal, pero tan cercana en sus afectos, sus cartas y sus libros.
Saint Exupéry llegó a la Argentina el 12 de octubre de 1929, junto con Jean Mermoz y Guillaumet, sus compañeros en la aviación.
Fue el fundador y primer piloto de la Aeropostal Argentina, la primera compañĂa de aviaciĂłn del paĂs. Esta lĂnea estaba dedicada fundamentalmente al transporte de correspondencia, el negocio de la Ă©poca, aunque tambiĂ©n llevaba, esporádicamente, pasajeros. El primer vuelo se realizĂł el 20 de octubre de 1929, entre Buenos Aires y Comodoro Rivadavia. Las escalas fueron en San Antonio Oeste, cuyo AerĂłdromo lleva hoy el nombre de Saint ExupĂ©ry, y Trelew, donde se cuenta que nuestro piloto recogiĂł una foca.
La impresiĂłn que le causaron los paisajes patagĂłnicos aparece plasmada en su correspondencia. Leemos lo que escribe en una carta a su madre, intentando describir estos lugares desde el cielo:
“¡QuĂ© bello paĂs y cĂłmo es de extraordinaria la Cordillera de los Andes! Me encontrĂ© a 6500 metros de altitud, en el nacimiento de una tormenta de nieve. Todos los picos lanzaban nieve como volcanes y me parecĂa que toda la montaña comenzaba a hervir…”
Sus funciones no se limitaban a los vuelos comerciales sino que tambiĂ©n efectuĂł vuelos de reconocimiento, rondas de inspecciĂłn y raids hasta Tierra del Fuego. Muchos de estos vuelos cotidianos, de 18 horas de duraciĂłn, se realizaban de noche, lo que lo inspirĂł para comenzar a escribir, entre dos misiones, “un libro sobre el vuelo de noche”, el que será finalmente Vuelo Nocturno, publicado a su regreso en Francia, en 1931.
En junio de 1930 se perdiĂł en la cordillera su compañero Guillaumet, durante una tormenta. Por dĂas y dĂas, Saint ExupĂ©ry sobrevolĂł los Andes buscándolo o buscando alguna señal de Ă©l. Nadie querĂa acompañarlo en una excursiĂłn por tierra, ya que la sabidurĂa de los baqueanos dice que los Andes, en invierno, no devuelven a los hombres. Escribe, entonces, en una carta imaginaria a su amigo, que luego formará parte de su libro Tierra de Hombres:
“…Y cuando de nuevo me deslizaba entre los muros de los pilares gigantes de los Andes, me parecĂa que ya no te buscaba, sino que velaba tu cuerpo en silencio, dentro de una catedral de nieve…”
IncreĂblemente, despuĂ©s de cinco dĂas de errar, el piloto fue encontrado sano y salvo. La historia de su travesĂa heroica en la cordillera, escuchada tantas veces por Saint ExupĂ©ry, está contada con lujo de detalles y poesĂa, en el mismo libro que mencionamos, Tierra de Hombres.
En enero de 1931, despuĂ©s de quince meses de estadĂa en nuestro paĂs, volviĂł a Francia. Su propĂłsito, en principio era simplemente tomarse unas vacaciones, las que serĂan aprovechadas para casarse con una joven, Consuelo Suncin, que le habĂa sido presentada en Buenos Aires. Estando en Europa, la compañĂa Aeropostal Argentina se declarĂł en quiebra y Saint ExupĂ©ry ya no volverĂa a la Argentina.
En 1943 escribirĂa su obra corta más conocida: El Principito, donde una de sus ilustraciones sobre una boa que traga un elefante tendrĂa un parecido bastante particular con la silueta de la Isla de los Pájaros…
Su novela Vol de Nuit (Vuelo nocturno), que habla sobre los inicios del Servicio Postal AĂ©reo Sudamericano, fue llevada la pantalla grande por la compañĂa Metro Goldwym Meyer.
Su aviĂłn
El LatĂ© 25, el aviĂłn utilizado por Antonio de Saint ExupĂ©ry en la Aeropostal Argentina, llegĂł a nuestro paĂs en 1929, piloteado por el propio Saint ExupĂ©ry, a pedido de Jean Mermoz. DespuĂ©s de casi cuarenta años de abandono, ha sido restaurado, a principios de este año, respetando, en la medida de lo posible, los materiales originales de su construcciĂłn. Fue presentado en el mes de abril en los hangares de la Fuerza AĂ©rea de la ciudad de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, y allĂ se encuentra expuesto al pĂşblico en general.
Este aviĂłn es un monoplano que podĂa transportar una tonelada de mercaderĂa y recorrer una media de 5.000 km. sin dificultades. Puede servirnos como ejemplo del adelanto tĂ©cnico que representaba para la Ă©poca el saber que unĂa Buenos Aires con Comodoro Rivadavia a una velocidad promedio de 174 km/h.
Entre las travesĂas más importantes que lo tuvieron como protagonista figura la inauguraciĂłn de la ruta BahĂa Blanca-RĂo Gallegos, dos ciudades que hasta entonces sĂłlo podĂan unirse por mar.
Para terminar, sólo podemos añadir una frase de Jean Canesi, un autor francés que está de acuerdo con los comentaristas que dicen que fue en la Patagonia donde Saint Exupéry concibió el personaje de El Principito:
“En realidad no serĂa nada sorprendente, pues en esta regiĂłn primitiva es muy fácil dormirse a mil leguas de cualquier lugar habitado, en el polvo, entre las manadas de ovejas y despertarse una mañana con una vocecita que nos dice “Por favor, ¡dibĂşjame una Patagonia!”
Para Patagonia-Argentina.com, Marita Alasio.
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