La importante oferta gastronómica de la ciudad de Buenos Aires responde a esa costumbre típicamente porteña de “salir a comer afuera” que adquiere forma de ritual.
Para los placeres de la buena mesa, hay una infinidad de lugares posibles con distintas alternativas según gustos, situaciones y presupuestos, que van desde los restaurantes clásicos o modernos hasta los lugares de comida rápida, los bares, los boliches y los wine bars.
Las clásicas parrillas argentinas conviven con una amplitud de especialidades donde la comida italiana y la española ocupan un lugar preponderante. Luego le siguen la comida regional en sus diversos tipos, la cocina francesa, la vegetariana, la oriental, las distintas alternativas étnicas y las nuevas tendencias de la comida fusión.
Cada barrio cuenta con la buena fama de algún lugar especial, ya se trate del último restaurante de moda o del reducto tradicional donde “se come como los dioses”, según suelen jactarse los porteños.
Sin embargo, en algunas zonas, una apretada concentración de restaurantes ha dado lugar a un “circuito gastronómico” que ha modificado el perfil del barrio donde se encuentran: Puerto Madero, Las Cañitas y Palermo son algunos ejemplos surgidos en los últimos años. Allí convergen los lugares más modernos y sofisticados de toda la ciudad donde las nuevas propuestas gourmets compiten con las cartas más exquisitas de cada especialidad.
Buenos Aires Gourmet
Desde hace muchos años, Buenos Aires tiene características gastronómicas marcadas por zonas: las pizzerías de Avenida Corrientes, las parrillas de Costanera Norte” (que hoy se extienden a la Costanera Sur), las especialidades españolas de Avenida de Mayo (paellas, distintas preparaciones de pescado, cazuelas de mariscos, pucheros), las cantinas italianas del barrio de La Boca (recomendamos ir de día), y los restaurantes árabes del barrio de Villa Crespo.
Las distintas corrientes inmigratorias han aportado sus propias costumbres gastronómicas. Pocas ciudades en el mundo pueden ofrecer a las comunidades que las habitan tal variedad de productos típicos. Por ejemplo, la tradición judía mantiene sus costumbres alimentarias gracias a la gran diversidad de productos importados o elaborados que se pueden adquirir en los supermercados y en los comercios concentrados especialmente en el barrio de Villa Crespo.
Es también en el barrio de Villa Crespo donde puede encontrarse sinfín de productos típicos armenios y árabes, sobre todo especias, distintos tipos de aceites, y pastelería de elaboración local.
Por otro lado, se encuentra el barrio chino, en la zona del bajo Belgrano, donde una importante oferta de restaurantes coexiste con los supermercados que ofrecen una multiplicidad de productos orientales: desde vegetales, pastas, algas, wasabi, vinagre de arroz, hasta el típico wok y bebidas alcohólicas.
También la comunidad peruana, instalada en la zona de Once en los últimos años, le ha otorgado un nuevo perfil al barrio gracias a la propagación de bares y lugares de comida típica.