A la altura del kilómetro 1.250 de la Ruta Nacional 3 se encuentra Sierra Grande
Es una localidad rionegrina que se recuesta sobre la vertiente oriental de las sierras que le dan nombre. La altitud media es de 250 metros sobre el nivel del mar, lo que, sumado a la protección natural de las serranías contra los vientos del sudoeste, le otorga un clima particular. A unos 28 kilómetros hacia la costa se abre el balneario Playas Doradas, célebre por su arena de reflejos metálicos.
Las montañas circundantes fueron en tiempos antiguos sendero y morada de los tehuelches, que ocuparon la región antes de la colonización hispana. Tras la desertificación del área, estos pueblos se desplazaron desde el arroyo El Salado hacia el nordeste de la actual provincia de Chubut.
El destino de Sierra Grande cambió drásticamente en 1944, cuando se descubrió el gran yacimiento de hierro que marcó su historia contemporánea. Después de años de estudios, en 1969 comenzó la explotación minera. El crecimiento económico transformó la vida local: se instalaron plantas de preconcentrado y concentrado, talleres, un ferroducto, un área industrial y un embarcadero. Sin embargo, la mina cerró sus operaciones, dejando tras de sí un fuerte legado cultural e identitario.
El primer asentamiento se conoció como Sierra Vieja, hoy convertido en paseo histórico. Allí se levanta el antiguo edificio de correos, construido en piedra, donde actualmente funciona el Museo Duamn Ruca. Sus salas permiten recorrer la historia de la localidad y del yacimiento, con colecciones de minerales y rocas, restos fósiles, objetos de pueblos originarios y fotografías fundacionales.
Ecos de la Sierra
Entre los paisajes que rodean a Sierra Grande se desarrolla la excursión Ecos de la Sierra, una propuesta con la que Aire Tours invita a redescubrir el entorno a través de los sentidos. El recorrido conduce a escuchar el sonido del viento y el canto de las aves, a palpar la textura de la tierra y de las piedras, a reconocer los aromas de la vegetación silvestre, a saborear productos locales y a observar la flora y la fauna en su hábitat natural. Una experiencia pensada para ejercitar la atención plena y vivir el paisaje con intensidad. La misma agencia también organiza actividades en el cercano balneario Playas Doradas, donde se combinan caminatas por sus extensas playas de arena dorada, prácticas náuticas, astroturismo y espacios de descanso frente al mar patagónico.
El entorno natural de Sierra Grande está marcado por dos áreas protegidas de relevancia. A 50 kilómetros hacia la costa se encuentra el Parque Nacional Islote Lobos, un complejo de 4.000 hectáreas —en su mayoría marítimas— donde se resguardan colonias de lobos marinos y aves costeras. Hacia el oeste, a 80 kilómetros, se extiende la Meseta de Somuncurá, un vasto altiplano basáltico de origen precámbrico que abarca 1.600.000 hectáreas de geografía singular. Ambas áreas están reconocidas como AICAs (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves), lo que subraya su valor ecológico.
Sierra Grande es, en suma, una localidad atravesada por la memoria minera y acompañada de un entorno natural único, en el que la geología, la historia y la biodiversidad se entrelazan en un mismo territorio.
© Sergio Pappatico