¿Dónde queda el Parque Provincial Patagonia Azul?
En la costa atlántica de la provincia de Chubut, al sur de Argentina, se encuentra un tramo marino-costero de gran valor ecológico que acaba de recibir la figura de parque provincial. La nueva área protegida abarca aproximadamente 295.135 hectáreas.

El territorio incluye islas, islotes, bahías, arrecifes y formaciones rocosas que emergen del mar, y forma parte integrante de la zona denominada Reserva de Biósfera Patagonia Azul.
Creación y marco legal
La creación del parque fue aprobada por la Legislatura de la provincia de Chubut, por unanimidad, en 2025.
El instrumento legal define los límites y la protección de esta área costero-marina, marcando un paso significativo hacia la conservación de ecosistemas marinos en Argentina.
Biodiversidad y valores ecológicos
El área protegida alberga una notable diversidad de fauna marina y costera: más de 50 especies de aves marinas, incluyendo algunas con sitios de nidificación en los islotes.
Entre los mamíferos marinos destacan especies como las ballenas; asimismo, los lobos marinos de uno y dos pelos encuentran en esta región espacios reproductivos relevantes.

Las islas y los intermareales rocosos albergan bosques de macroalgas y comunidades marinas con peces e invertebrados, lo que amplifica su valor ecológico.
Objetivos y desafíos
El parque tiene doble propósito: por un lado, dar protección legal a ecosistemas marinos que han estado poco regulados; por otro, ofrecer oportunidades para un desarrollo regional sostenible, en el cual las comunidades costeras —como Camarones— puedan participar activamente.
Entre los desafíos envueltos figuran: la pesca industrial cercana al área de protección, la contaminación por residuos pesqueros o hidrocarburos, y la presencia de especies exóticas invasoras que pueden alterar los equilibrios ecológicos.
Impacto para la región
La creación del parque marca un hito para Chubut, al posicionar la provincia como referente en conservación marina a nivel nacional. Asimismo, se proyectan beneficios económicos derivados del turismo de naturaleza —como el avistaje de fauna marina— que podrían generar empleos locales y fortalecer la economía costera de los pueblos cercanos.
Este nuevo parque provincial representa una frontera entre el mar abierto y la acción humana regulada: un espacio donde la protección de la biodiversidad se entrelaza con la vida de las comunidades costeras. En la inmensidad del Atlántico sur, la figura de este parque propone contemplar la costa patagónica no solo como paisaje, sino como cuerpo vivo de relaciones ecológicas, culturales y económicas.