Descripción
Este recorrido propone un viaje a través del tiempo y del espacio urbano, siguiendo la evolución histórica de Buenos Aires a través de sus hitos arquitectónicos, sus barrios emblemáticos y la compleja personalidad porteña, forjada en la mezcla de culturas, estilos y contradicciones.
La visita comienza en la Plaza de Mayo, núcleo fundacional de la ciudad, donde convergen los poderes político, religioso y simbólico del país. Alrededor de su perímetro se alzan la Casa Rosada, sede presidencial; el Cabildo, antigua institución del poder virreinal; y la Catedral Metropolitana, un imponente templo de estilo neoclásico que alberga el mausoleo de José de San Martín, considerado el Padre de la Patria.
El itinerario continúa por San Telmo, barrio que encarna la tradición artística y bohemia de la ciudad. Calles adoquinadas, pasajes con historia y una atmósfera que ha sabido conservarse entre el patrimonio arquitectónico y la vitalidad cultural. La Plaza Dorrego, con su tradicional feria de antigüedades, marca el pulso de los domingos porteños desde hace décadas.
En La Boca, el paisaje cambia: aparecen los colores intensos, el aliento inmigrante y una identidad arraigada en el trabajo, el arte y el deseo de pertenencia. Caminito —auténtico museo urbano al aire libre— condensa símbolos fundamentales de la mitología local: el tango, el fútbol y la estética popular.
Siguiendo la línea del río hacia el norte, se abre Puerto Madero, un ejemplo elocuente de renovación urbana. Lo que fue una zona portuaria degradada es hoy un enclave de alta gama residencial, gastronómica y corporativa, epicentro de una nueva elite globalizada.
En Recoleta, el relato toma otro tono. La arquitectura afrancesada, los palacetes y las avenidas arboladas reflejan el sueño aristocrático argentino de comienzos del siglo XX: construir una “pequeña París” en el sur del continente, cuando la capital francesa era el faro cultural del mundo occidental.
El circuito finaliza en Palermo Chico, donde la presencia de parques monumentales y residencias diplomáticas ofrece una versión más contemporánea del refinamiento urbano. El legado del paisajista Charles Thays sigue vigente en cada línea del trazado verde que envuelve al barrio.
La excursión dura aproximadamente 4 horas. El orden de las visitas puede variar según la dinámica de la ciudad.